domingo, 9 de marzo de 2008

Tormenta de emociones.




Estos días han sido días de nostalgia. Desde que la tormenta se dejó caer sobre Santiago, que mi pecho alberga una gran cantidad de recuerdos de sensaciones y emociones vividas en el invierno pasado, en días de lluvia, felicidad y cierto grado de prosperidad.
Es muy cierto que el responsable directo de todas estas cosas es mi memoria benevolente con el paso del tiempo. El recuerdo de mi ex es tan patente. Se podría decir que aun estoy enganchado de él. Es por eso que no le he llamado para devolver cosas que me prestó. Eso lo pretendo hacer cuando las cosas se olviden y la emoción se haya disuelto con una solución de realidad al 100%.
A pesar del recuerdo y la nostalgia asociada a ellos, estoy viviendo en un excelente periodo, en donde la atmósfera me invita a conocer y experimentar distintas cosas; dejándome llevar por mi instinto y mis preferencias inmediatas. Me he dedicado a no planificar el futuro, no pensar en el pasado pasado y vivir de los frutos del presente. En cuanto al pasado que aún se cuela con el presente; cono he dicho, he estado dándole unas porciones de realidad para que finalmente decanten en lo que de verdad son. Por ejemplo, con los recuerdos nostálgicos de compañía y estabilidad de mi relación pasada; solo basta remembrar el hecho de que esa persona ya no existe, y que yo tampoco soy el mismo de entonces. Con ello me sonrío y me alegro de estar soltero, y viviendo de una forma diferente y mejor a la que podría estar viviendo si es que esa relación se hubiera extendido hasta hoy en día.
Es cierto, que por las noches, escribo una gran misiva a mi ex. En mi mente las palabras vuelan e inventan oraciones que le comunican de manera honesta y transparente el hecho de que lo extraño. Queriéndome empapar en la droga de la nostalgia, continúo noche tras noche escribiendo en mi mente. El sueño me derriba y en los brazos de Morpheo abandono la idea de terminar la carta que nunca ha llegado a su fin.
Me gustaría (y al mismo tiempo no) escribirle una real carta, expresándole todo lo que siento ahora por él, todo el anhelo que tengo por repetir la historia que tuvimos y comunicarle la carencia que siento al no tenerlo cerca. Me gustaría ser muy transparente con él. Pero hacerlo no tiene sentido alguno, pues no quiero volver con él, ni tengo ganas de que vea una ventana abierta para cualquier relación entre nosotros. Solo me gustaría comunicárselo, sin obtener respuesta alguna. Definitivamente, no lo haré.
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2 comentarios:

Carlos Ochoa Quezada dijo...

Es extraño.

Hice algo similar con mi último ex (mi amor de verano podría decirse); le envié una carta final de la que no esperaba respuesta, pero me llegó (hoy en la mañana), y, no sé, por una parte me alegró saber que sí le había importado mi carta, pero por la otra, hubiese preferido que se quedara callado.

Estar soltero es lo mejor oye, por fin aprendí eso. Aprendes a disfrutar de otras cosas, de tí mismo, te autoabasteces. Es delicioso, y estoy por firmar el decreto que me libera de tener cualquier relación en el futuro. Maybe I just don't have couple material.

Me hiciste recordar una de mis historias más antiguas, de las que he creado para mis futuras películas. Es un subtema en la película, pero la chica tiene un baúl debajo de su cama lleno de cartas que le escribe a un chico que se imagina, que sueña, que espera.

En fin...
oye me pareces una persona bien interesante, me gustaría hablar más seguido contigo.

Carlos Ochoa Quezada dijo...

mmm bueno

kivara_kodeshkei@hotmail.com

ese es mi correo por si quieres escribirme, o agregarme a msn, o lo que desees.

saludos.