
Siento que hay un duelo que no termina, un dolor que no se extingue. Siento que es tan tonto sentirse así. ¿Será nuevamente la lluvia que me tiene bajo este estado de melancolía? Creo que las esperanzas no las encuentro en ninguna parte, y creo que podrían estar en las cosas que me faltan, en mis carencias. ¿Es que en realidad tengo carencias reales? Digo reales, pues, creo sentir cosas que me faltan, pero ¿será necesario el rellenar ese vacío? Por ejemplo, de repente necesitaré una pareja nuevamente, o de verdad echaré de menos a mi ex.
Realmente siento que algo me falta, algo necesito. Energía, mi espacio, respirar, descansar, hacer deporte, jugar, hablar, reír y quizás llorar. No sé que carencias tengo hoy en día; o más que carencias, que necesidades hay en mi interior. Me siento muy aproblemado y casi cegado con la universidad y su pila de tareas trabajos y pruebas que tengo todas las semanas; y eso sin contar varias otras obligaciones que tengo a diario. He dejado varias cosas por no sentirme tan ahogado de obligaciones. Ya no tengo pareja hace tiempo, no salgo a carretear casi nunca, me quedo en casa los fines de semana, no entro a messenger, no hablo por celular, y he reducido, con ello, mi vida social a cero. Siento que todo se reduce, absolutamente todo, hasta mi rendimiento. Me siento torpe y vacío sin mucho que hacer, y sin nada que decir. Me siento inerte e inconsciente; me siento ausente.
Además, hay un ahogo, que no sé si será un tapón de pena, o simplemente una emoción que por ahí ha quedado atorada antes de salir; o el arroz del almuerzo que venía junto a las lentejas; o las toneladas de chocolate que como diariamente para conservar mi estado fuera de la depresión. Ese ahogo no se aleja y me estorba un poco, dejándome con la eterna sensación de tener una emoción atravesada queriendo salir. Es por eso que recuerdo y pienso en lo que tuve y ya no tengo. Lo primero que me viene a la mente es mi ex. Lo quise mucho cuando estuvimos juntos, y aún pienso en él cuando no está a mi lado. No volvería con él, ni con otro; pero la carencia puede hacer más que romper mi voluntad. No quiere decir que agarre el celular y lo llame de inmediato, o quizás mañana al despertar... nada de eso. Pero hay un deseo de comunicación, casi como una curiosidad morbosa de verlo vivo y respirando por las calles de Santiago. Extrañándome quizás; recordándome, o viéndome en su mente.¿Será entonces una falta de ego, o de protagonismo? De verdad que he estado ausente y casi muerto viviente. Quizás la muerte no se diferencie mucho de mi estado. Es que ya he tirado un poco la esponja, pues siento que no he sido un buen yo. Pues lo que soy no lo he cumplido. Y la pregunta de "¿quién soy?", la he respondido. He dicho que "soy un estudiante". Así de vacío. Siendo un estudiante, un ser que simplemente se dedica a lo que estudia, no he cumplido con mi función. Es más, siento que hasta los conocimientos anteriores a hoy ya no existen en mi mente. Y mayor es la angustia, al saber todo lo que tengo que hacer para mañana, pasado y la semana siguiente.
Me quedan como 23 días para que el semestre se termine, pero no tengo ganas de estudiar. No tengo motivación ni nada. Por mi que me lleven lejos de acá. Que llegue de la nada un trabajo bueno, bonito y barato, irme a la costa azul y trabajar para el día a día. No ser millonario, pero tampoco un pordiosero. Quisiera, simplemente, ganarme el dinero para seguir viviendo un día más. Ser independiente, y me atrevería a botar por la borda los años que llevo en la universidad y toda la tortura pasada por cada año. Todo lo estudiado hace tiempo. Cada ramo aprobado.
Es que no quiero seguir por estos lados. Y casi no tengo excusa. Pero es que me gustaría estar en otra parte. En una parte mejor. Pero ni siquiera sé que es mejor. Bueno, en realidad, sí tengo cierta noción de lo que me gustaría. Me gustaría tener dinero, tener un techo bajo el cual dormir, tener abrigo, tener compañía, conocer el idioma que se habla (al menos en un radio de 50 Km), trabajar en algo que me agrade. Creo estar en un punto muerto de mi vida. Demás que es el invierno, las lluvias, el olor a lluvia, y toda atmósfera que se le asocia. Será que soy un animal que iverna y no está acostumbrado a tener los ojos abiertos en esta fecha. Quizás por eso es que como tanto como pueda. Quizás por eso es el letargo que siento a diario.
Que mamonerías digo, simplemente es que tengo la depresión que sufre mi casa, por la falta de orden que hay en ella. El caos se manifiesta en el desorden y en mi desorden mental. No me gusta el estancamiento, ni acostarme dormir menos de ocho horas.
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1 comentario:
desde que tengo uno, cada vez leo más blogs y me doy cuenta de que cada vez hay más gente que se siente así :/
estudiantes atareados que nos olvidamos de vivir...
los amigos están haciendo sus vidas y nosotros nos preguntamos, ¿y la nuestra qué? :/
y no sólo los lunes lluviosos son feos. también los viernes soleados lo son cuando uno siente que sobrevive en lugar de vivir :/
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