lunes, 31 de diciembre de 2007

Viviendo onírico



Nuevamente he vuelto a soñar con mi “compañero de piscina”. Es un ser tan atractivo para mi, y que tiene tan poca gracia para el resto. Es pequeñito, con buen cuerpo, creído y con cara de caliente, como dice una amiga mía.


Recuerdo que a este niño lo conocí hace tiempo, en segundo año de mi carrera. En el curso de Química Moderna. Pasaba toda la clase mirándolo de reojo. Soy un weón tan perno. Jajaja. En ese tiempo, me gustaba acosar minos y llamar su atención. Él era una de mis tantas victimas.


Paralelamente, en ese tiempo, iba a la piscina en la mañana, tipo 8ºº. Era el ramo de Natación I. Ahí nos informaron, que podíamos, si queríamos nadar más, ir más tarde, como de 12ºº a 14ºº. Un día, después de clases, tomé la decisión de ir y hacer algo de ejercicio. Finalmente, me acostumbre de tanto chapoteo, y fui varias veces a la semana; hasta que un día, yo ya en el agua, veo hacia fuera de la piscina, y lo veo a él… jajaja. Estaba hablando con un profesor, sin nada más que una diminuta sunga. Que guapo me parece ese tío. Y yo babeando en la pista, sin hacer nada. Congelado por un momento de la emoción, no le quito los ojos de encima. Luego el se metió a nadar (en la pista de los tipos que nadan mejor que todos) y yo le seguía con la vista por todos lados.


Es cierto que soy un poquitín bastante obseso cuando se refiere a hombres y relaciones de pareja. Pero es algo inevitable que me nace. Es como algo hormonal. Y obviamente mis hormonas no cachan que eso me lo debieran de producir las minas, pero, en fin.


En ese tiempo, saliendo de la adolescencia, quería tenerlo todo. Mino que pasaba, le hincaba los ojos, los dientes y todo.


En verano seguí yendo a la piscina, después de que terminaron las clases. Y él seguí mostrando su cuerpo en esa diminuta sunga, y yo seguía babeándole mientras nadaba, mientras se duchaba y mientras se vestía. No me importaba ser evidente. Ser evidente era mi objetivo.


Día a día, la obsesión crecía. Por ello decidí hablarle y decirle que lo encontraba filete, y que me gustaba caleta. Y ahí me entro el filósofo: “¿Para que lo quiero?” ya que no lo conocía, era una pregunta válida. El envase es solo eso, y no mucho me interesa un simple envase sin relleno. A pesar de ello, obvié la pregunta y fui al ataque. Me dije: “la próxima vez que le vea, le haré la pregunta del millón de dólares”. Jamás fue. No me lo topé después. Ahora lo pienso y digo “gracias a Dios que nunca hice esa tontera”. Ahora al menos le saludo en los camarines, o cuando es inevitable hacerlo. Sentí pena por él, debido al gran acoso que le había provocado. Igual una lata que alguien te jotee tanto. Además, somos compañeros de la rama de natación, y nada que ver estar agujoneándolo mientras entrenamos. Aun que de repente lo hago inevitablemente. Es que es demasiado encantador. Jejeje.


Y bueno, con él he tenido varios sueños, que yo denomino “eróticos”, pero que no tienen nada de XXX. El que ha tenido mayor “calentura” ha sido uno en el que le doy un beso y un abrazo.
Anoche, ambos estábamos (en mi sueño) en una institución, algo así como un colegio o internado. Y me lo encontraba en una sala. Y no sé como le dije algo, y me enteré que le gustaban los minos, al igual que a mí. Luego apareció un tipo, algo fortachón, y se lo lleva. De weón perdí al mino nadador, y se lo llevó un mejor postor.


En el último torneo de este año, recuerdo que me taba cambiando de ropa al lado de él. Estaba tan cerca, que caso me pone el culo en la cara cuando se agachó para no sé qué. Y de repente, me mira (es solo mi imaginación que me haya mirado), y dice (a la respuesta de un comentario que le hicieron): “yo estoy soltero”. Estuve todo un día webiando con que me había dicho eso a mí. Soy un pastel.


En fin, algún día será mío. Muajaja.


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1 comentario:

Carlos Ochoa Quezada dijo...

joajaojaoajoaj

q baboso eres xDDD

bueh, a qué va, yo = soy baboso u-_____U (carita sonrojada de messenger)... si hasta a veces me tienen que pegar cuando voy por la calle y me quedo baboseando, en medio de la gente, porque vi un mino... y me acuerdo que el primer hombre por el que baboseé fue un compañero mío en octavo básico xDDD... una anécdota parecida a la tuya, también involucra un trasero de dimensiones irresistibles XD... pero le gustan las minas =/ nada que hacer al respecto (a excepción de cuando soñé que yo me transformaba en mina y me lo tiraba en el templo del colegio xDDDDDDDDD)

gracias. te seguiré leyendo obsesivamente =P