
Ahora, después de la tormenta, me siento iwal que antes de ella.
En la mañana, con el sonido del tráfico y la espectación del momento, no quise seguir durmiendo. Al rededor de las 7:30 me levante. Anoche, me acosté como a las 00:30 o 01ºº ya que tuve que ir a buscar a mi hermano a Colón con vespucio. Y tal como prometió llegar a la casa como a las 22:30, no lo cumplió. Por qué en general, la gente sigue confiando en él? Por qué yo sigo confiando en él?
Al levantarme, fui al baño para empezar mi rutina. Ducha rápida, algo de ejercicios, desayuno relajado, y largarme; para llegar temprano, y no tener contratiempo. Al entrar al baño, veo a mi madre en la cama semi dormida. Me dice que necesita el baño. Yo, estúpido, le cedo el lugar. Ella debiese ser condescendiente conmigo, yo soy su hijo. Siempre haciéndole la vida más fácil a los demás. Mientras ella se daba su ducha, yo me vine a la pieza y quemé el tiempo haciendo nada. Luego, de la interminable sesión de baño de mi madre, me tocó mi lugar. Entré a la ducha e intenté apurar mi ritmo. Me vestí me fui a hacer el desayuno, y luego el reto más grande: donarle un poco de conciencia a mi hermano. Claramente el órgano "conciencia" no era compatible con él, y es por eso que recién a las 8:30 se decidió por levantarse. Encendió la ducha y supongo que se bañó. Antes de que se despertara, yo le había dicho que a las 8:45 íbamos a salir de la casa, para no arriesgarnos a llegar tarde, y para que finalmente saliésemos a las 9ºº. Nada de eso resultó, por ello, ya a las 9:10 salí de la casa solo para la mediación.
Fuera de casa, llamé a mi madre, pero, a pesar de mis seis llamadas, no tuve ni una respuesta. Hasta el momento, me sentía abandonado por mi madre, abandonado por mi hermano, y traicionado por ambos. Yo de nuevo caminaba solo y con dos anclas a mi andar. Haciendo lo correcto, y sin premio alguno.
Tomé la micro que se demoró un poco, ya que antes de llegar al paradero pasaron 4 de éstas, vacías casi. Al bajarme de la micro, tomé el metro, pero antes me di cuenta de que mi tarjeta bip no servía, y recordé que en la micro, en vez de cobrarme $130 me había cobrado $380. Me dejó sin saldo y además con la tarjeta bloqueada. Compré un boleto escolar y seguí con mi carrera por llegar a tiempo. Luego de los torniquetes llegué al anden cuando ya los vagones estaban llenos y tuve que esperar el siguiente tren. Me senté y sentí unas tremendas ganas de llorar y pegarle a todo el mundo por la confabulación universal que parecía ser mi situación. Puse mis manos sobre mi rostro y con ánimos de llorar, nada salió de mis ojos. Llegó el tren, me subí donde pude, y emprendí camino a baquedano para el cambio de linea. Esta vez vi al tren llegar con dirección san pablo y corrí para entrar... mientras cerraban sus puertas entré, sin necesidad de bloquearlas. Ya estaba cansado y muy molido. Finalmente llegué al centro de mediación. Aun nadie llegaba. No sé a que hora llegué. A los 15 min de esperar llegó mi padre y 15 minutos después mi hermano. Harto tuvimos que esperar para que nos atendieran; como media hora quizás... yo diría más como 50 min.
Luego nada relevante... solo la mediación... que más que eso.
Mi padre luego nos habló como si nada y nos fue a mostrar su oficina. Yo no alcancé a ir a mis clases... no muchas ganas tenía, en todo caso. Dejé a mi hermano, después, en el metro. Aproveché de llamar a mi novio, para ir a verlo. Me dijo que estaba ocupado y que después quería ir al gimnasio y que si quería podría ir pero verlo un ratito... esos "ratitos" siempre suelen ser como máximo 15 minutos. Abandono de nuevo. Pena en mi, no insistí más con el encuentro. Mucho le dije que quería verlo, pero hay gente que no aprecia ciertas cosas.
Finalmente me vine a casa, dormí un poco, y me seguí lamentando de la vida... y ahora no me lamento de ella... solo la escribo.
Luego nada relevante... solo la mediación... que más que eso.
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En la mañana, con el sonido del tráfico y la espectación del momento, no quise seguir durmiendo. Al rededor de las 7:30 me levante. Anoche, me acosté como a las 00:30 o 01ºº ya que tuve que ir a buscar a mi hermano a Colón con vespucio. Y tal como prometió llegar a la casa como a las 22:30, no lo cumplió. Por qué en general, la gente sigue confiando en él? Por qué yo sigo confiando en él?
Al levantarme, fui al baño para empezar mi rutina. Ducha rápida, algo de ejercicios, desayuno relajado, y largarme; para llegar temprano, y no tener contratiempo. Al entrar al baño, veo a mi madre en la cama semi dormida. Me dice que necesita el baño. Yo, estúpido, le cedo el lugar. Ella debiese ser condescendiente conmigo, yo soy su hijo. Siempre haciéndole la vida más fácil a los demás. Mientras ella se daba su ducha, yo me vine a la pieza y quemé el tiempo haciendo nada. Luego, de la interminable sesión de baño de mi madre, me tocó mi lugar. Entré a la ducha e intenté apurar mi ritmo. Me vestí me fui a hacer el desayuno, y luego el reto más grande: donarle un poco de conciencia a mi hermano. Claramente el órgano "conciencia" no era compatible con él, y es por eso que recién a las 8:30 se decidió por levantarse. Encendió la ducha y supongo que se bañó. Antes de que se despertara, yo le había dicho que a las 8:45 íbamos a salir de la casa, para no arriesgarnos a llegar tarde, y para que finalmente saliésemos a las 9ºº. Nada de eso resultó, por ello, ya a las 9:10 salí de la casa solo para la mediación.
Fuera de casa, llamé a mi madre, pero, a pesar de mis seis llamadas, no tuve ni una respuesta. Hasta el momento, me sentía abandonado por mi madre, abandonado por mi hermano, y traicionado por ambos. Yo de nuevo caminaba solo y con dos anclas a mi andar. Haciendo lo correcto, y sin premio alguno.
Tomé la micro que se demoró un poco, ya que antes de llegar al paradero pasaron 4 de éstas, vacías casi. Al bajarme de la micro, tomé el metro, pero antes me di cuenta de que mi tarjeta bip no servía, y recordé que en la micro, en vez de cobrarme $130 me había cobrado $380. Me dejó sin saldo y además con la tarjeta bloqueada. Compré un boleto escolar y seguí con mi carrera por llegar a tiempo. Luego de los torniquetes llegué al anden cuando ya los vagones estaban llenos y tuve que esperar el siguiente tren. Me senté y sentí unas tremendas ganas de llorar y pegarle a todo el mundo por la confabulación universal que parecía ser mi situación. Puse mis manos sobre mi rostro y con ánimos de llorar, nada salió de mis ojos. Llegó el tren, me subí donde pude, y emprendí camino a baquedano para el cambio de linea. Esta vez vi al tren llegar con dirección san pablo y corrí para entrar... mientras cerraban sus puertas entré, sin necesidad de bloquearlas. Ya estaba cansado y muy molido. Finalmente llegué al centro de mediación. Aun nadie llegaba. No sé a que hora llegué. A los 15 min de esperar llegó mi padre y 15 minutos después mi hermano. Harto tuvimos que esperar para que nos atendieran; como media hora quizás... yo diría más como 50 min.
Luego nada relevante... solo la mediación... que más que eso.
Mi padre luego nos habló como si nada y nos fue a mostrar su oficina. Yo no alcancé a ir a mis clases... no muchas ganas tenía, en todo caso. Dejé a mi hermano, después, en el metro. Aproveché de llamar a mi novio, para ir a verlo. Me dijo que estaba ocupado y que después quería ir al gimnasio y que si quería podría ir pero verlo un ratito... esos "ratitos" siempre suelen ser como máximo 15 minutos. Abandono de nuevo. Pena en mi, no insistí más con el encuentro. Mucho le dije que quería verlo, pero hay gente que no aprecia ciertas cosas.
Finalmente me vine a casa, dormí un poco, y me seguí lamentando de la vida... y ahora no me lamento de ella... solo la escribo.
Luego nada relevante... solo la mediación... que más que eso.
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