
Hoy, mientras estaba en el baño, cerré los ojos e imaginé a un alguien con la forma de estos monos araña que uno suele ver en los documentales de la tv. Ese alguien estaba con sus largos y flexibles brazos al rededor de mi cuello, sin asfixiarme, solo abrazándome. Sus piernas hacían lo propio, como si yo fuese una rama de la cual el dependía, y necesitaba asirse. En mi mente le di un dialogo: "confío en ti" decía el pequeño simio. Un alivio me lleno de esperanza y de un poco de energía, que en ese instante escaseaban en mi. Yo de inmediato pensé: "necesito a alguien que confíe en mi". Luego busqué de entre los rostros que cruzan mi vida a las personas que confían en mí. Encontré varias personas que me han dicho lo mismo, de forma explícita y clara, pero que no tenían el mismo poder de aquel simio abrazador de mi cabeza. Concluí: "lo que necesito, es YO confiar en mi". Después me dije: "confío en mi". Mágica palabra resonó en todo mi interior y de nuevo provocó la emoción que el selvático mono araña había desempolvado. . . .
1 comentario:
Concuerdo totalmente, lo más importante es confiar en sí mismo, gracias a eso puedo caminar por la calle con paso firme y mirando a todos a la cara.
Saludos lindo :)
Muack!
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