
Siempre he sentido curiosidad del por qué me gusta dormir así de una manera tan estructurada. ¿Será que soy una persona que necesita tal estructuración?, o ¿será que algún día tendría que normalizar ciertas cosas? Recuerdo que hace como cinco o cuatro años atrás, miré mi rutina antes de quedarme dormido. Simplemente una obsesión más dentro de mi mar de obsesiones. Me di cuenta de lo que hacía cada noche antes de acostarme.
Todo comenzó con las almohadas.
.
.
.
Cuando pequeño, yo tenía un par de hartos kilos de más. Con el tiempo, me di cuenta del como eran desplazados, socialmente las personas con mi “condición calórica”. Por eso tomé el camino de la inanición para disminuir mi volumen.
Al tiempo de tomada la decisión me di cuenta de que parte de la meta se cumplía. Mis kilos de más desaparecieron, al igual que la cómoda superficie adiposa que cubría a mis huesudas extremidades. Sin mucho músculo ni grasas que envolviesen mis piernas, empecé a sentir dolor en mis rodillas al dormir; o en realidad, un malestar tolerable, pero malestar al fin y al cabo. La solución, fue una almohada entre las rodillas al dormir.
Con ello me fui dando cuenta del cómo “vivían” mis otros miembros durante el sueño. Y así vinieron más soluciones para problemas que no veía (o no existían o_Ô’). Una almohada entre los brazos (como abrazando a alguien) para mantener la separación de los hombros. Otra almohada extra en la cabeza, para alcanzar el ancho entre el cuello y el hombro. Y finalmente, una almohada en la espalda, por si se me caía alguna lejos de mi alcance (jejeje… duermo en “bunk bed”).
Además de eso, me di cuenta de las vueltas que necesito dar antes de dormir tranquilo (mirar primero al poniente, luego al oriente, y nuevamente al poniente, y zZzZz).
¿Curioso o analizable?
.
.
.
Todo comenzó con las almohadas.
.
.
.
Cuando pequeño, yo tenía un par de hartos kilos de más. Con el tiempo, me di cuenta del como eran desplazados, socialmente las personas con mi “condición calórica”. Por eso tomé el camino de la inanición para disminuir mi volumen.
Al tiempo de tomada la decisión me di cuenta de que parte de la meta se cumplía. Mis kilos de más desaparecieron, al igual que la cómoda superficie adiposa que cubría a mis huesudas extremidades. Sin mucho músculo ni grasas que envolviesen mis piernas, empecé a sentir dolor en mis rodillas al dormir; o en realidad, un malestar tolerable, pero malestar al fin y al cabo. La solución, fue una almohada entre las rodillas al dormir.
Con ello me fui dando cuenta del cómo “vivían” mis otros miembros durante el sueño. Y así vinieron más soluciones para problemas que no veía (o no existían o_Ô’). Una almohada entre los brazos (como abrazando a alguien) para mantener la separación de los hombros. Otra almohada extra en la cabeza, para alcanzar el ancho entre el cuello y el hombro. Y finalmente, una almohada en la espalda, por si se me caía alguna lejos de mi alcance (jejeje… duermo en “bunk bed”).
Además de eso, me di cuenta de las vueltas que necesito dar antes de dormir tranquilo (mirar primero al poniente, luego al oriente, y nuevamente al poniente, y zZzZz).
¿Curioso o analizable?
.
.
.
1 comentario:
Jajajaja peculiar diria yo!
Publicar un comentario