… Yo no sé cuál es el concepto que hay detrás de una relación, pero siento que he pasado demasiado tiempo soltero.
Repitiendo el título de un libro que un día encontré en casa de mis padres, es que comienzo contando este dilema que tengo en la cabeza. “ QUÉ HACEMOS AHORA QUE LOS TENEMOS”. El libro se refería a los hijos. En realidad nunca leí el libro a pesar del interés y la impresión que me dio.
El asunto ahora son las parejas, novios, novias, etc. Que hago ahora que tengo novio. Al fin después de muchos años me he dicho “elijamos uno… arriesguémosnos”.
Hace más de una año conocí a un tipo. Alto, rubio, ojos claros, piel y pelo perfectos, una personalidad agradable (pero no fascinante)… un modelito cualquiera. Por un tiempo fue algo así como mi fuckbuddy, pero después de un tiempo me aburrió la situación y lo mandé lejos. La primera vez volvió, pero la segunda desapareció.
Luego de más de seis meses sin hablar ni cruzar media palabra (cuento corto), nos juntamos.
El mismo modus operandi de siempre. Mi casa, dos copas, champagne y algo para comer. Luego de un par de copas, no hay más que el cuerpo del otro sobre cada uno.
En fin, eso es cómo lo obtuve o lo podría obtener, ya que probablemente ahora sea nuevamente un fuckbuddy más que un novio. Al asunto que le he estado dando vueltas es al hecho del “empezar”. Digamos que quiero estar con él, pero ¿para qué? Volviendo al título del libro: “qué hago ahora que lo tengo?”.
En otros tiempos el pololear se daba tan fácil; nunca tuve estas preguntas. Tenía claro que si tenía novio era para un objetivo, en cambio ahora, no tengo la menor idea de qué es lo que quiero hacer. Para qué quiero estar con él. Peor aún, no sé por qué quiero estar con él. Creo que no lo quiero, simplemente quiero tener un juguete nuevo. Quizás estoy forzando algo que no existe.
En otros tiempo aconsejaría con seguridad que “la comunicación, honestidad y transparencia es la solución… habla con él y dile lo que piensas… pregúntale lo que quieres saber de él”. Ahora no me atrevo a preguntar ni a aclarar nada. Yo sé por qué no me atrevo… tengo miedo a sus respuestas. Sé que probablemente no son positivas, y si fueran positivas, no me complacerían.
Qué hago ahora que lo tengo!